Comprender cómo reducir los residuos textiles es fundamental para garantizar una producción más sostenible desde el punto de vista ambiental y financiero. La eliminación de desperdicios también es esencial para su rentabilidad y productividad.
En este texto reunimos algunas buenas prácticas que contribuyen a la reducción de residuos de la industria textil y también demostramos la importancia de estas acciones. ¡Descubre!
¿Por qué es necesario tener una buena gestión de los residuos textiles?
Los residuos textiles son los excesos y sobras de todas las producciones textiles. Pueden contener pinturas, productos químicos y otros tóxicos que, si no se eliminan adecuadamente, causan daños al medio ambiente.
El problema radica en el constante aumento de la demanda. Si bien este es un factor importante para el desarrollo del sector textil, es necesario saber equilibrar la evolución acelerada con la responsabilidad ambiental.
Según datos de la Asociación Brasileña de Empresas de Limpieza Pública y Residuos Especiales (Abrelpe), citados por CNN, Brasil desecha más de 4 millones de toneladas de residuos textiles al año. Sin embargo, estos residuos no siempre se eliminan correctamente.
En este contexto, cabe señalar que la Ley 1 12.305/2010 establece la Política Nacional de Residuos Sólidos. Ella afirma que la disposición incorrecta de residuos textiles es considerada un delito ambiental. La quema al aire libre o en contenedores, sin la debida supervisión, es una de ellas.
Aun así, cada segundo llega al vertedero o a la incineración el equivalente a un camión de ropa, como señala un artículo de Recicla Sampa. Y, sin embargo, menos del 1% de las fibras textiles se reciclan y se destinan a su reutilización en piezas nuevas.
Y esta mala gestión de los residuos puede provocar una pérdida económica mundial estimada en 500 millones de dólares al año. Después de todo, estos excesos son a menudo el resultado de del desperdicio y de errores de la industria.
Por otro lado, el 35% de los residuos textiles de Brasil se pueden reciclar. Y solo el 3% de los residuos secos y el 1% de los residuos orgánicos pasan por este proceso.
Por lo tanto, para asegurar un crecimiento sostenible, responsable y rentable, la industria textil debe comprender su papel en la sociedad. Es necesario comenzar a implementar acciones de gestión de residuos que apunten a reducir los desperdicios a través de actividades optimizadas, eficientes, productivas, ágiles y automatizadas.
Mejores prácticas para garantizar una gestión eficiente de los residuos
Dada la importancia de las acciones de gestión de residuos, es posible citar algunas mejores prácticas que colaboran con la correcta administración.
La primera es, sin duda, el reciclaje. Es posible realizar este proceso con la ayuda de empresas que aprovechan los residuos del sector para otros fines, o donaciones a ONGs. Estas entidades a menudo lo usan para vender o fabricar piezas nuevas.
Sin embargo, el sector de la automoción utiliza piezas de desecho para limpiar productos. El sector deportivo, en cambio, llena bolsos, por ejemplo, con estas telas. Ni hablar de los artesanos que las utilizan para desarrollar sus artes.
También es posible que la propia industria textil reutilice estos residuos para fabricar nuevos productos con sus desechos. Esta acción ayudará a reducir costos en la compra de materiales y también permitirá el desarrollo de una línea alternativa.
Aquí es posible practicar el concepto de Economía Circular. Para ello, los productos deben fabricarse pensando en reutilizar los flujos cíclicos. Esta práctica genera una reducción en los costos operativos y aumenta la reutilización de materias primas en la industria.
Asimismo, es necesario contratar mano de obra experimentada y profesional, además de calificarla siempre que sea posible. Esto ayuda a reducir los errores y, en consecuencia, la producción de residuos y desperdicios.
Cabe señalar que todo esto también contribuye a la construcción de una buena imagen de mercado y satisfacción del cliente. Un estudio de Capterra afirma que 7 de cada 10 consumidores dicen que las acciones sostenibles de la empresa les influyen a la hora de elegir un producto/proveedor.
Además, el 79% de los brasileños se inclina por apoyar empresas que tienen la sostenibilidad como valor. Y por eso, están dispuestos a pagar más por un producto sostenible.
¿Cómo puede la tecnología ser aliada en este momento?
Además de las mejores prácticas ya mencionadas, es necesario reforzar la principal: una buena planificación y control de la producción y corte. Para ello, se debe redimensionar la producción a través de la optimización y una buena estructuración.
Por ello, es necesario calcular bien el corte, estandarizar las materias primas y aprovechar mejor los moldes. Todo esto se puede hacer con el apoyo de tecnología y maquinaria inteligente, moderna y automatizada.
Las herramientas que ayudan en este proceso evitan cortes incorrectos que hacen inviable la tela. En este caso, se suele utilizar la Inteligencia Artificial para recopilar correctamente datos sobre la superficie útil, el peso y el rendimiento del rollo.
Soluciones Deltas que colaboran con esta práctica
Aquí podemos mencionar las máquinas Delta como un ejemplo de equipo tecnológico que ayuda a reducir desperdicios y costos, además de promover una mayor productividad y optimización.
La Relajadora elimina el reposo convencional de 24 y 48 horas y realiza el proceso en tan solo unos minutos. También calcula automáticamente el peso y el rendimiento, proporciona información real sobre el ancho y largo del rollo y, en consecuencia, elimina defectos dimensionales en las partes cortadas.
Además de esta máquina, podemos mencionar el Refilador de Bordes KTS100 iConcept Opti Cut. Este equipo realiza la optimización del corte de bordes de telas y tejidos, con la ayuda de la tecnología, sus sensores ópticos y ajustes automatizados. Realiza la función a una velocidad de 70m/min.
Otro equipo presente en el amplio portafolio de Delta y que también ayuda a reducir el desperdicio de material es el Cortador Transversal Eléctrico. La agilidad de esta herramienta realiza cortes de telas y tejidos a la salida de las revisadoras de forma continua, garantizando seguridad y asertividad.
Todo esto ahorra tiempo y dinero, además de estandarizar procesos y entregar un producto final de calidad.
La tecnología de esta herramienta es la aliada de la fase de acabado textil al permitir un mejor aprovechamiento de los materiales. Adoptar el uso de máquinas inteligentes es apostar por una producción más eficiente y que tiene como objetivo reducir los impactos ambientales.
Por eso es importante reforzar la inversión en maquinaria textil de calidad.
Invierte en innovación textil
Como vimos a lo largo del texto, es sumamente necesario que la industria textil logre el equilibrio adecuado entre evolución y sostenibilidad. Solo así será posible asegurar la calidad y la propiedad sostenible de los productos.
Y si quieres entender más cómo la innovación puede ayudarte en este proceso, además de reducir costos y aumentar la competitividad, descarga nuestra guía gratuita haciendo clic en el botón de abajo.
