El control de calidad textil es un sistema adoptado para prevenir fallos y problemas en procesos y productos. El objetivo es satisfacer eficazmente las necesidades de producción y los deseos de los clientes.
Así que no se trata sólo de comprobar y contar los defectos de los productos acabados. Al contrario. El objetivo es anticipar posibles problemas y encontrar soluciones para evitarlos.
Utilizado en diversos sectores, también es esencial en la industria de la confección para garantizar la calidad de los productos elaborados.
Para saber más sobre qué es y cómo funciona el control de calidad textil, siga leyendo.
¿Cómo surgió el control de calidad textil?
Los métodos de control de calidad textil, tal como son hoy, surgieron en el siglo XX. El proceso nació con las primeras relaciones de compraventa a lo largo de la historia.
Entender cómo eran los procesos en estos periodos.
Edad Media
Con la aparición de los primeros artesanos, surgió la preocupación por crear términos descriptivos sobre la fabricación de los productos. En la Edad Media, los gremios determinaban las normas de calidad de los productos. Los artesanos que les faltaban al respeto eran castigados.
Luego vino el interés de los reyes por especificar criterios para los productos que compraban. Hubo incluso un control de calidad, realizado por miembros del tribunal.
Revolución industrial
Desde la Revolución Industrial, la calidad se ha convertido en una característica más importante. El trabajo manual fue sustituido por el mecánico y hubo que inspeccionar los procesos. Y aquí empezó el taylorismo.
Las fábricas tenían supervisores para controlar la producción de sus trabajadores. Como resultado, los productos siguen ahora unas normas de fabricación preestablecidas. Por lo tanto normalización se ha convertido en una forma de evitar el despilfarro.
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En la Primera Guerra Mundial se detectaron muchos defectos en los productos bélicos. Esto llevó a las industrias a tener más cuidado durante la producción en la Segunda Guerra Mundial. Fue durante este periodo cuando surgió el control estadístico de la calidad.
Unos años más tarde, Walter Andrew Sherwart, físico e ingeniero estadístico estadounidense, desarrolló el SPC (Control Estadístico de Procesos). Creó el ciclo PDCA (Planificar, Hacer, Actuar, Comprobar) con el objetivo de resolver problemas y mejorar constantemente los procesos.
Cabe señalar que el Japón de posguerra se convirtió en uno de los «mayores ejemplos» de producción sin control de calidad. Sin embargo, en 1950, Edward Deming introdujo el método de control estadístico entre los técnicos e ingenieros del país.
Poco a poco, el concepto fue creciendo. Como consecuencia, las potencias mundiales de los años setenta y ochenta (Japón y Estados Unidos) mejoraron sus procesos de calidad. Aunque, por supuesto, de diferentes maneras.
Después, organizaciones de todo el mundo empezaron a implantar modelos de Gestión de la Calidad. Este proceso fue importante, sobre todo a partir del siglo XX. Eso se debe a que aquí los consumidores son cada vez más exigentes y cobran más por sus productos.
Más información sobre la evolución del control de calidad
Al igual que los modelos de sistemas de control de calidad, su concepto y finalidad también han variado.
Antes de Internet, estos cambios eran más lentos. Hoy en día, las tecnologías sólo sobreviven hasta que surgen otras más eficientes. Por ello, la tendencia es que se desarrollen procesos cada vez más específicos y asertivos.
He aquí tres etapas de la evolución del control de calidad hasta nuestros días.
1. Fase de control de calidad
La atención se centraba en el producto. Se inspeccionaban mediante observación directa, y era habitual que el cliente participara en la investigación. Pueden evaluarse al azar o uno por uno.
El proceso fue muy lento. Es más, sólo señalaban defectos, no resolvían los problemas ni ayudaban a mejorar la calidad.
2. Fase de muestreo
Con la industrialización, ya no había forma de inspeccionar los productos de forma unitaria. La solución encontrada fue comprobar los productos por muestreo.
El periodo duró desde mediados de los años treinta hasta los ochenta. Fue entonces cuando surgieron también los departamentos de control de calidad.
Este sector de la industria localizaba defectos en los productos y luego pensaba en cómo resolver los problemas.
3. Fase de calidad total
Esta es la etapa actual. Ahora bien, no basta con medir la calidad, hay que controlarla. El objetivo es cumplir las expectativas del cliente y satisfacerlas plenamente.
No hay ningún departamento responsable del control de calidad. En otras palabras, se ha convertido en una tarea para toda la empresa e incluso para socios proveedores.
Japón fue el primero en adoptar la gestión de la calidad y los servicios, conocida como Gestión de la Calidad Total (GCT). Al fin y al cabo, necesitaban librar a la sociedad de la percepción negativa que tenían de sus productos.
Se esforzaron por crear la «era de la perfección». Este periodo corresponde a la idea de que la actividad debe hacerse bien a la primera (toyotismo). A Estados Unidos le molestaban estas transformaciones japonesas, ya que perdía mercados y consumidores.
Para invertir la situación, insistieron aún más en el tema e implantaron un estricto sistema de calidad: el fordismo. En este caso, la formación de los profesionales también fue esencial para que se notaran los cambios.
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¿Y el control de calidad en la industria textil?
Optimizar los procesos para mejorar e integrar las metodologías de trabajo, reducir costes y aumentar la productividad. Se trata de acciones vitales para la industria textil.
Estas prácticas son posibles gracias al control de calidad textil, que recoge, analiza y gestiona los datos del proceso de producción.
En la industria textil, la prevención mediante el control de calidad puede garantizar la calidad de los procesos de producción. La buena noticia es que el sector está viviendo una de las mejores etapas en la evolución del control de calidad.
De la forma tradicional, cuando la bobina llega a la fábrica, sólo se analiza la información facilitada por el fabricante en la etiqueta. Analizar cada rollo por separado llevaría mucho tiempo y reduciría el
productividad
Por eso, muchas empresas no lo hacen.
Con la Industria 4.0, la tecnología es capaz de automatizar procesos de forma eficiente. También puede aplicarse el control de calidad textil en todas las fasesincluida la recepción del material.
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Por eso es esencial invertir en automatización para fomentar el aumento de la productividad, la eficiencia y la calidad. Al fin y al cabo, con la ayuda de máquinas inteligentes se reducirán los errores y las repeticiones. También supone una reducción de costes y de residuos.
Pero, ¡recuerda! La automatización se basa en los siguientes factores:
- inversión en equipos modernos;
- cambiar y normalizar los procesos;
- gestión estratégica y asertiva; y
- control y análisis de datos.
¿Cuáles son las ventajas de la automatización en el control de calidad textil?
La automatización de procesos, la ingeniería de productos y otras muchas tecnologías facilitan el desarrollo del sector textil. En consecuencia, colaboran con el protagonismo del mercado en medio de más de 22.500 unidades formalizadas.
El control de calidad textil puede personalizarse para satisfacer las necesidades específicas de cada empresa. De este modo, será posible obtener ventajas para la fabricación y otras fases. Conozca algunos de ellos y descubra cómo comprarlos.
1. Reducción de residuos
El desperdicio de materias primas es habitual en la industria textil, debido a la falta de información y automatización de procesos. Esto se debe a que las empresas suelen centrarse en las piezas acabadas. Como consecuencia, los fabricantes de ropa ya no prestan la atención necesaria a la calidad de la materia prima.
El seguimiento de los datos técnicos de las materias primas de un confeccionista proporciona información real sobre cada rollo de tejido. Por ejemplo: metraje; superficie útil; gramaje; y rendimiento.
De este modo, puede elegir el rollo de tejido que le proporcionará el mejor aprovechamiento (rendimiento) para cada pedido de corte. Y, a partir de ahí, programar dobladillos y cortes sin desperdicio.
Además, la tecnología textil proporciona una visión anticipada de las variables. Por tanto, fomenta el control preventivo de la calidad textil dirigiendo la gestión.
2. 2. Aumento de la productividad
La automatización del control de calidad textil también permite aumentar la capacidad de producción de la industria. Al transformar los procesos manuales, podrá avanzar más rápidamente por las etapas.
Una de las máquinas que cumple esta función, por ejemplo, es la Delta Máquinas Têxteis Relajador de Punto. Reduce el tiempo de reposo de hasta 48 horas a sólo unos minutos. También elimina el enrollado de la malla del pañal y proporciona información real sobre la longitud y la superficie del suelo.
3. Mejorar la calidad final de los productos
Cuando las materias primas se analizan antes de la fabricación, es posible evitar que se produzcan piezas con materiales de mala calidad. Por ejemplo, con imperfecciones o variabilidad, lo que las convierte en de segunda categoría.
Aquí podemos mencionar a los correctores Delta por colaborar en la resolución de problemas en la calidad del producto textil. La máquina inspecciona y garantiza el calibrado y el peso de las mallas.
Estos equipos fomentan la normalización, la automatización y la productividad. Además de los distintos modelos suministrados por Delta, cabe destacar el Visión inteligente iConcept View. Esta solución utiliza Inteligencia Artificial para revisar los defectos de los tejidos.
En vista de ello, puede decirse que el control de calidad textil, utilizando máquinas inteligentes, promueve los mejores productos finales. Esto también evita que la empresa tenga pérdidas.
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4. 4. Reducción de costes
Más automatización también significa menos mano de obra, menos pérdida de materiales y menos necesidades de espacio. Como resultado, los costes de producción disminuyen. Esto significa que la empresa puede repercutir el ahorro en el cliente y vender productos a precios competitivos.
5. Mejorar la gestión de materiales y maquinaria
La recogida, el análisis y la gestión de datos forman parte de una importante estrategia de control de la calidad textil.
Con esta información en la mano, el gestor puede comprobar diversos datos, incluidos los posibles problemas que estén obstaculizando la productividad. O incluso para comprender las estrategias que pueden optimizar el trabajo del sector de compras.
6. Repetibilidad
Cuando el control de calidad se lleva a cabo con eficacia, el fabricante es capaz de producir el mismo resultado final una y otra vez. Los clientes llegan a confiar en los productos que compran. Al fin y al cabo, sabrán lo que están comprando, lo que contribuirá a mejorar la credibilidad de la empresa en el mercado.
¿Cómo puede implantar un control de calidad textil eficaz en su fábrica de confección?
Como puede ver, el control de calidad textil es extremadamente beneficioso para los fabricantes de ropa y su uso es una necesidad. Sin embargo, para obtener estos beneficios, es importante tomar algunas precauciones.
Para empezar, debe invertir en maquinaria textil eficiente e inteligente. Sólo así se fomentará la automatización y la normalización de las actividades. Ello redunda en una mayor productividad y calidad del resultado final.
Además, es interesante reducir el ruido de la comunicación, para que los empleados se entiendan entre sí y entiendan el proceso. Utilizar cuadros de mando de gestión con información transparente puede ayudar en esta tarea. También es esencial actualizarlos en tiempo real con los indicadores más importantes.
El equipo que maneja el equipo también debe tener la formación adecuada para manejarlo correctamente. Por último, los procesos deben analizarse y actualizarse constantemente, preferiblemente utilizando opiniones reales. Se pueden realizar encuestas de satisfacción del cliente y aplicar mejoras en función de las respuestas.
Cuente con quienes entienden de control de calidad textil
Respetar los criterios de producción y llevar a cabo un riguroso control de calidad textil requiere mucha dedicación por parte de su empresa. Sin embargo, se trata de una práctica muy ventajosa. Además de ayudarle a competir en el mercado, esta actitud también favorece su desarrollo.
Así que cuente con quienes entienden del tema y tienen autoridad en el mercado para promover el mejor control de calidad textil. Como se ha comentado a lo largo del texto, Delta Máquinas Têxteis ofrece diversas soluciones que se adaptan a las diferentes fases de producción.
Así que si quiere llevar a cabo un control de calidad eficaz, póngase en contacto con nosotros ahora mismo.