Si te interesa la sostenibilidad, debes saber que un concepto que ha cobrado importancia en los últimos años es la economía circular.
Va más allá del reciclaje y la reutilización de materiales descartados, generando cambios más impactantes en la forma de consumo y en la sociedad en su conjunto, al tiempo que ahorra recursos y preserva el medio ambiente.
Para comprender mejor este tema y saber cómo se aplica al sector textil, ¡continúa leyendo!
El concepto de economía circular
Actualmente, la producción se basa en un ciclo lineal en el que las materias primas se convierten en productos, se comercializan y luego se descartan.
En este sistema, el crecimiento depende siempre del uso de nuevos recursos, lo cual es problemático ya que el agotamiento de las materias primas es inminente.
Además, la contaminación generada durante la producción y el descarte de productos también es perjudicial para los seres humanos y para el planeta.
La economía circular surge con el propósito de resolver estos problemas y encontrar soluciones más inteligentes para seguir produciendo y consumiendo, pero de una manera más sostenible.
En la economía circular, no se piensa en formas de gestionar los residuos provenientes de la producción y el consumo. En ella, los productos se fabrican ya para ser reutilizados en flujos cíclicos, tanto que la trayectoria se denomina de Cuna a Cuna.
Los productos que son biodegradables (como los alimentos) pueden producirse en envases que también son biodegradables y de modo que no sean tóxicos. Así, regresan al suelo y se convierten en nutrientes en lugar de veneno para el planeta.
Los productos que no son biodegradables, en la economía circular, pueden regresar al fabricante para ser desmontados y regenerados para ser utilizados nuevamente.
También está la propuesta de fabricar productos de modo que después sus materiales técnicos puedan ser reutilizados y los componentes biológicos sirvan para aumentar la riqueza del suelo.
Otra opción es el compartir las tecnologías, en la que los productos se alquilan con los fabricantes en lugar de ser comprados. Si has visto alquiler de bicicletas e incluso paraguas en las grandes ciudades, debes saber que pueden considerarse un paso adelante en la adopción de este tipo de sistemas.
Aplicación y beneficios para la industria textil
El impacto de la industria textil en el medio ambiente es enorme. É consumido cerca de 93 cuatrillones de litros de agua por año, sin mencionar la producción de gases de efecto invernadero que llega a impresionantes 1,2 mil millones de toneladas. También están las microfibras de plástico liberadas durante el lavado de la ropa que terminan llegando a los océanos.
Entre las principales causas se encuentran el descarte rápido de la ropa, el bajo reciclaje y el uso insuficiente. A las personas les gusta renovar el guardarropa constantemente y muy pocas prendas se reciclan posteriormente, lo que se convierte en un problema en la economía lineal.
Una de las estrategias que se pueden adoptar es el concepto de producto de servicio. Una empresa que fabrica ropa para bebés o para embarazadas, por ejemplo, puede alquilarlas en lugar de venderlas. Además de que el precio es más accesible para el consumidor, se puede asegurar que la ropa se utilizará más veces antes de llegar al final de su vida útil.
Algo muy similar a lo que ya ocurre cuando se alquilan trajes para graduaciones y bodas. Teniendo en cuenta que muchas personas adquieren nuevas prendas solo para adaptarse a la moda actual, esta solución causaría grandes impactos.
Con respecto al bajo índice de reciclaje y reutilización de materiales, otro aspecto problemático en el modelo actual, es posible producir prendas con materiales que puedan ser reciclados con la misma calidad inicial. Sin embargo, para esto se necesitan los materiales adecuados para que esta práctica sea realmente beneficiosa.
Un ejemplo de estrategia que no funcionó porque no se adaptaba adecuadamente a la economía circular fue la fabricación de camisetas con botellas PET. Después de la reutilización, tanto el algodón como el plástico no pueden ser reutilizados para ningún propósito ni se vuelven biodegradables.
Como consecuencia, la solución no encaja en la propuesta de transformación constante de tejidos. Para evitar que casos como ese ocurran, es imprescindible un trabajo colaborativo entre diseñadores, proveedores y marcas, además de una inversión considerable en estudios y tecnologías, como se puede observar en estos 5 ejemplos de iniciativas que buscan promover la economía circular.
+Saber más:Upcycling: qué es y su impacto en el futuro de la producción
Importancia de la adaptación de las empresas a las actualizaciones en el segmento
Con la implementación de la industria 4.0 cada vez más cerca de convertirse en una realidad, ha llegado el momento de que las confecciones y fábricas del sector textil comprendan la importancia de implementar las nuevas tecnologías, o corren el riesgo de quedarse obsoletas.
Todas las transformaciones traen beneficios no solo al consumidor y al medio ambiente, sino que también hacen que el proceso productivo sea más eficiente y rentable. Además, aún queda el hecho de que los millennials están preocupados por consumir productos sostenibles de marcas que sean realmente sostenibles en la práctica y no solo en el discurso.
No es casualidad que los principales medios estén advirtiendo sobre estos hechos, como se puede ver en la traducción de este artículo de The Guardian. La tecnología es una aliada, todos salen ganando al final.
Si te interesa este tema y quieres saber más, consulta también por qué las empresas del sector textil necesitan adaptarse a la industria 4.0!
